lunes, 24 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Día 50

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Santiago 1:5


Vivimos en la Era de la Información. Los avances en las ciencias físicas, medicina, ciencias naturales, negocios y en la tecnología de la información, nos han dado enormes riquezas en información. Aun la velocidad de nuestro acceso a ella ha incrementado dramáticamente. Los eventos que ocurren en la otra mitad del mundo vienen a nosotros por la radio o la televisión en cuestión de segundos. Las computadoras nos permiten almacenar bibliotecas enteras en un CD del tamaño de un pequeño pastelito. El Internet nos permite tener acceso a información que nunca antes estaba disponible en los hogares, ni en la oficina y a velocidades que no eran concebidas ni cinco años atrás.
El resultado ha sido un crecimiento en la información sin precedentes disponible a nosotros. ¿Ha traído grandes cambios este incremento en la información? ¡Sí!. También ha traído un incremento en la ansiedad y frustración. No pasa un día sin que experimente confusión a pesar de toda la información disponible para mí. ¿Por qué esto?
Una pregunta que formularía acerca de la era de información es: ¿Ha habido un incremento igual en la sabiduría? ¿Habremos visto un igual incremento en nuestra habilidad para usar toda esta información? La respuesta a estas dos preguntas es: ¡No! La información y su acceso a ella no necesariamente nos hacen más sabios porque no es sólo el conocimiento lo que hace sabio a un hombre o a una mujer. La sabiduría es más que esto. La sabiduría es la visión de qué hacer, con toda esa información. Es la habilidad para sortear toda la información que se ha reunido y usarla con sabiduría y eficiencia.

Lo emocionante es que la verdadera sabiduría está disponible a todos nosotros. Dios libremente le da sabiduría a los que la buscan. ¿Has tomado la iniciativa para pedirle a Dios sabiduría? Hay un par de maneras en que podemos hacer esto diariamente. Nuestro tiempo a solas con Dios es importante. La palabra de Dios es una tremenda fuente de sabiduría. Al leer la palabra de Dios, estoy expuesto a recibir principios eternos para vivir hábilmente. La oración es otra fuente de sabiduría. Mientras comparto con Dios los retos que enfrento diariamente y pido sabiduría, Dios me guía.

domingo, 23 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Día 49

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Santiago 1:5


Vivimos en la Era de la Información. Los avances en las ciencias físicas, medicina, ciencias naturales, negocios y en la tecnología de la información, nos han dado enormes riquezas en información. Aun la velocidad de nuestro acceso a ella ha incrementado dramáticamente. Los eventos que ocurren en la otra mitad del mundo vienen a nosotros por la radio o la televisión en cuestión de segundos. Las computadoras nos permiten almacenar bibliotecas enteras en un CD del tamaño de un pequeño pastelito. El Internet nos permite tener acceso a información que nunca antes estaba disponible en los hogares, ni en la oficina y a velocidades que no eran concebidas ni cinco años atrás.
El resultado ha sido un crecimiento en la información sin precedentes disponible a nosotros. ¿Ha traído grandes cambios este incremento en la información? ¡Sí!. También ha traído un incremento en la ansiedad y frustración. No pasa un día sin que experimente confusión a pesar de toda la información disponible para mí. ¿Por qué esto?
Una pregunta que formularía acerca de la era de información es: ¿Ha habido un incremento igual en la sabiduría? ¿Habremos visto un igual incremento en nuestra habilidad para usar toda esta información? La respuesta a estas dos preguntas es: ¡No! La información y su acceso a ella no necesariamente nos hacen más sabios porque no es sólo el conocimiento lo que hace sabio a un hombre o a una mujer. La sabiduría es más que esto. La sabiduría es la visión de qué hacer, con toda esa información. Es la habilidad para sortear toda la información que se ha reunido y usarla con sabiduría y eficiencia.

Lo emocionante es que la verdadera sabiduría está disponible a todos nosotros. Dios libremente le da sabiduría a los que la buscan. ¿Has tomado la iniciativa para pedirle a Dios sabiduría? Hay un par de maneras en que podemos hacer esto diariamente. Nuestro tiempo a solas con Dios es importante. La palabra de Dios es una tremenda fuente de sabiduría. Al leer la palabra de Dios, estoy expuesto a recibir principios eternos para vivir hábilmente. La oración es otra fuente de sabiduría. Mientras comparto con Dios los retos que enfrento diariamente y pido sabiduría, Dios me guía.

sábado, 22 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Día 48

“Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio…”
Hechos 3:19 (RV)



Es fácil perderse la belleza del final de esta promesa porque no podemos asimilar el cuadro negativo de la primera palabra de la promesa. “Arrepentíos”. La palabra nos trae a memoria imágenes de un predicador sudando fuego y golpeando sobre el púlpito y escupiéndole a la gente de la primera fila mientras grita “Arrepentíos”. (Bueno, tal vez no debí incluir la parte de la escupida, pero en eso estabas pensando, ¿cierto?) Esto trae a nuestra memoria el final del mundo de acuerdo a un profeta loco con pelo largo, barba y una túnica, sosteniendo un letrero en la esquina de una calle concurrida con una palabra escrita en tinta roja que aun gotea, “¡Arrepentíos!”.

Tengo la convicción de que Satanás está llevando a cabo una campaña con esta palabra. La verdad es, que la palabra arrepentimiento es una de las más bellas en el idioma inglés. Significa, “dar la espalda”, “empezar de nuevo”, “hacer vuelta en “u” con tu vida” Mas que dar una vuelta de hoja, el arrepentirse significa que giras a otro lado y empiezas una nueva vida. ¿Quién no quisiera esto?

Una vez tú veas lo que esta palabra realmente significa, el gozo de esta promesa empieza a brillar. Dios te puede dar el poder para cambiar, para dar un giro de 180 grados. ¡Las cosas no tienen por qué permanecer en su estado actual! No importa lo que haya hecho ni cuán malas estén las cosas. Él me está llamando para que regrese a Él. Y cuando lo haga, me dará tiempos de refrigerio. Es como un tiempo de primavera en el alma. Tus circunstancias pueden no cambiar, tus luchas pueden continuar como están, pero ¡TÚ habrás cambiado! Y esto cambia todas las cosas.

viernes, 21 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Día 47

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8 (RV)


Tuve que escribir primero este versículo antes de escribir el devocional del día. ¿Saben que logró el haber escrito este versículo en la computadora? Me hizo detener y pensar en él. Mientras escribía, pensé en él, palabra...por...palabra. Pronunciar el versículo… por... versículo. Es sorprendente lo que esto hace por nosotros. Esto se llama meditación. Una palabra a la vez te hace pensar en él y luego te ayuda a recordarlo.
“No se apartará de tu boca este libro de la ley” – no se trata de cualquier libro sino de la Biblia. Que la Biblia sea el libro que más leas.
“Apartará de tu boca” – que los versículos de la palabra de Dios fluyan de tus labios. Que frecuentemente hables las palabras de la escritura al abrir tu boca para hablarles a los demás.

“Medita en él de día y de noche”.- lee la palabra con gran concentración. Que las palabras de la escritura perduren en ti de día y de noche.

“Y hagas conforme a todo lo que en él está escrito”.- la obediencia, siempre resulta del fluir apropiado de la meditación. No sólo escucha la palabra, ¡haz lo que en ella está escrito!.

“Porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien” – La verdadera prosperidad y el éxito no se miden por lo que posees, pero si por lo que Dios hace en ti y a través de tu vida.

Comprométete hoy a meditar y memorizar la palabra de Dios. Encuentra versículos claves que quieras memorizar y escríbelas en un pequeño tarjetón. Llévalo contigo y míralo con frecuencia. Repítelo una y otra vez. Memorízalo y luego aplícalo a tu vida. Josué dice, “y entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”. Dios bendecirá tus esfuerzos y te usará en su reino. No hay mayor gozo que tener prosperidad y éxito que provengan de la mano de Dios.

jueves, 20 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Día 46

“…si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.” 2 Crónicas 7:14 (RV)


¡Es importante comprender los ingredientes adecuados! Heloise escribió en su columna de “recomendaciones” que la mejor forma de cocinar un pavo húmedo era “colocando una taza de agua dentro de la cavidad del pavo, cubrirlo con papel aluminio y cocinarlo”. Un lector escribió para quejarse: “El pavo salió muy bien pero la taza plástica de agua dentro del pavo se derritió”. Al imaginarme a esta persona tratando de apretujar la taza dentro del pavo me recuerda que las direcciones ¡¡deben ser específicas!!
En este día de acción de gracias, recordemos cuatro ingredientes de Dios para nuestra salud espiritual: en nuestras vidas, nuestras familias y nuestra tierra. 2 Crónicas 7:14 lo plantea claramente. Aquí hay cuatro cosas que el pueblo de Dios, (esos somos tú y yo como creyentes en Cristo), debe hacer:
· Humillarse
Encuentro que una de las cosas más humillantes de la vida es evitar vivir una vida en mi propia fuerza y realmente, depender de la fuerza de Dios.
· Orar
¡Háblale a Dios como a tu amigo más cercano!
· Buscar su rostro
¿Qué significa esto? Es una frase que expresa el deleite en la presencia de Dios, un sentir de que su “rostro” gira hacia mí. Si yo quiero estar espiritualmente sano, debo recordar que los ojos amorosos de Dios están sobre mí. Su sonrisa de gracia está por mí.
· Dejar nuestros caminos de maldad.
¿Maldad? ¿No podría haber usado Dios una palabra más políticamente correcta, como “confuso” o “menos que perfecto”? La verdad es, cuando yo le doy cabida al pecado en mi vida, no sólo me lastima a mí y a la gente que amo sino que lastima también el mismo corazón de Dios.

Cuando pienso en esto por un momento, aun la palabra “maldad” no parece ser lo suficientemente fuerte.

miércoles, 19 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Día 45

“Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados”.
Proverbios 16:3 (RV)


En la era actual de Planeadores Diarios, Pilotos y Microsoft Outlook, encontrarías que vivir bajo un horario sería fácil. Pero a veces esto no es así. Los vendedores de estos productos nos quieren hacer creer que si tan solo encontráramos la herramienta organizacional adecuada, nuestras vidas estarían en perfecto orden. ¿Has notado que los planes de Dios no siempre se ajustan a nuestro horario? A veces él nos sorprende. Con frecuencia Él está haciendo algo mayor de lo que nos imaginamos.

Por supuesto que la planeación es una herramienta valiosa, y debería usarse para cumplir la dirección de Dios en nuestras vidas. Sin embargo, hay un factor de 4 palabras que nunca deberíamos olvidar al hacer nuestros planes. Estas 4 palabras deberían estar encabezando cada página de nuestro planeador – deberían salir en nuestra pantalla de computadora cada vez que abramos nuestro calendario. ¿Cuáles son? “¡DIOS ESTÁ EN CONTROL!”

En lugar de iniciar tu día con una oración que dice, “Señor aquí están todas las cosas que necesito hacer hoy, ¿me ayudarás, me guiarás y me bendecirás?” deberías orar, “¡Señor, estoy disponible!” Ayúdame a usar el día para honrarte y hacer tu voluntad.

Sólo espera ver cómo esas distracciones molestas se convierten en ¡direcciones ungidas!

Pregunta de Discusión Familiar: ¿Qué “planes” debes entregarle al Señor hoy? Mientras te preparas para celebrar mañana el día de acción de gracias, toma un momento para hablar hoy acerca de cómo vas a hacer para que este año se convierta en un día de “gracias”.

martes, 18 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Día 44

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas.” Mateo 11:28-29 (RV)


Amo la promesa en esos versículos de manera personal. Mi madre, Alicia Holladay, estaba en estado terminal de cáncer. Ella vivía como a dos horas de camino del pueblo donde yo vivía. Una vez a la semana, yo conducía a través del valle y sobre las curvas de la montaña para permanecer unas horas con ella. Aunque su espíritu tenaz no le permitía admitirlo, todos sabíamos que no iba a vivir por mucho tiempo. Ella era una creyente de Jesucristo y yo estuve lleno de una fuerte fe, de que ella iba directamente a disfrutar su eternidad de gozo en el cielo. Sin embargo, yo no estaba preparado para recibir las olas de emoción que me golpearían mientras la veía irse, la ola de su cuerpo debilitarse cada vez más, la ola de su mente confundirse. Me sentía afligido por la realidad de su enfermedad. ¡OH!, yo quería que ella estuviera con el Señor...pero no tan pronto, y mucho menos así. Todo dentro de mí quería HACER ALGO para detener esto. Así que me involucré en muchas actividades. Aun cuando no tuviera mucho que hacer con mi mamá, siempre estuve tratando de hacer algo para aliviar su dolor. (Por favor sepan que no estoy tratando de decir que esto no debe hacerse por alguien que amamos. Sin embargo, mis actividades no fueron más que gastos innecesarios de energía).
Una noche mientras conducía a casa después de verla, el cansancio de mi corazón desesperado me abrumó. Mientras tomaba una curva tras la otra, me asaltaba una y otra vez el pensamiento de que no tenía la suficiente fortaleza para enfrentar esto por mí mismo – y mucho menos para ayudar a mi mamá. En ese momento, las palabras de este versículo penetraron mi alma, ¡“te haré descansar!”. La experiencia de estas palabras al llegar a mi mente fue tan poderosa y tan personal que casi sentía a Jesús a mi lado en el auto. En el tiempo perfecto de Dios al cruzar la última curva vi las luces del valle esparcirse en frente de mí. El pensamiento me tocó, Dios quiere ampliar mi perspectiva, quiere ayudarme a ser consciente del hecho de que Él está obrando aun cuando yo no pueda hacerlo ni sepa hacerlo. Debí haber repetido esas palabras “te haré descansar” cientos de veces a mí mismo durante las siguientes semanas antes de su muerte. El dolor fue real, pero la promesa de Dios hizo que Su presencia y fortaleza fueran igual de reales. Su promesa me dio la perspectiva que necesité para enfrentar la presión de mi vida.

Así que, ¿dónde necesitas escuchar esas palabras de Dios hacia ti? Las palabras tiernas que te dan la fortaleza para enfrentar las olas y aun así permanecer en pie

lunes, 17 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Día 43

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.”
Proverbios 3:5-6 (RV)


Uno de mis pasajes favoritos en todo el libro de Proverbios está en estos dos versículos del capítulo 3. Claramente me indica de dónde proviene la dirección que necesito en la vida diaria. Esas palabras, “Él enderezará tus veredas” son unas de las más poderosas y confortadoras frases de toda la Biblia.

La mayoría de las personas con las que hablo tienen un deseo genuino de conocer la dirección de Dios. Queremos conocer el camino por donde Él quiere que caminemos. Este versículo es la promesa de Dios que nos dice que no tenemos que adivinar cuál es su camino sino que puedo confiar en que Él me lo revelará. Una de las formas prácticas en que puedo confiar en el Señor en lugar de confiar en mi propio entendimiento, es permitiendo que la Biblia sea la guía de todas mis decisiones.

He encontrado una y otra vez que cuando enfrento una decisión importante, si tan solo oro, “Dios muéstrame el camino correcto por la verdad de la Biblia,” Él lo hace. Parece ser que cada capítulo que leo o palabra de consejo que escucho en los próximos días me dirigen hacia la dirección correcta. Puedes estar leyendo este devocional justo en el momento en que estés enfrentando una decisión importante. Te animo para que ores esta oración para recibir dirección y para que la escuches. La respuesta puede no ser la que esperabas – probablemente ¡así sea! Pero nunca te pesará el haber escuchado y confiado en la dirección de Dios.

Pregunta de Discusión Familiar: ¿Cuál es la decisión más grande que estás enfrentando en tu familia ahora mismo? Toma un tiempo para decirle a Dios que confías en su dirección. ¡Oren juntos así! Esta es la forma de hacerlo...vayan en círculo y que cada persona en la familia ore esta simple oración, “Dios, en ti confiamos”. ¿Así de simple? Claro...¡así es como se empieza!

domingo, 16 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Día 42

“Pero esto digo: el que siembra escasamente, también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también segará”.
2 Corintios 9:6 (RV)


Es fácil para mí olvidar cosas. Olvido donde pongo las llaves, los anteojos y la billetera. Ocasionalmente, me bloqueo cuando trato de recordar todos los números como direcciones, teléfonos y otros tantos. Quizás como tú, a veces lucho con sobrecarga de información.

Hay algo que tú y yo nunca debemos olvidar: las leyes de Dios de la siembra y la cosecha. El principio es bien simple. Entre más semilla yo siembre, más grande será la cosecha. Esto no sólo se aplica a la agricultura sino también a todas las cosas.
¡Es algo más que un simple juego de números!
Si yo doy nada o muy poquito, no habrá mucho fruto. Mientras recuerdo este principio universal, aprendo que esto es más que un “juego de números”. No se trata de memorizar este principio sino de discernirlo y comprender cómo opera Dios.

Podremos dar generosamente o pobremente. Cuando estoy tentado a olvidar el principio de incremento de Dios, debo recordar que Dios es generoso en su dar, especialmente cuando nos dio a su Hijo.

Este principio de la “siembra y la cosecha” se repite constantemente en la Escritura y por eso es un principio tan importante de recordar. Lo que se nos da nunca queda perdido sino que se planta para una cosecha de fruto en el futuro.

Repasa y piensa: En los últimos tres devocionales, resaltan tres mandamientos imperativos. “Traed”, “Dad” y “Recordad”. Tú “traes” el diezmo de Dios a la iglesia local. La buena mayordomía debería incluir más que el diezmo, pero nunca menos. Tú “das” sobre el diezmo a la visión y al alcance de los sueños de la iglesia y en esto nunca olvides que Dios conoce, mide y bendice tu gozosa generosidad.

sábado, 15 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 41

“Dad y se os dará, medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”. Lucas 6:38


Si recientemente has viajado en una aerolínea, ¿has notado que cuando la azafata te sirve agua o jugo, el vaso plástico que te entregan sólo está lleno hasta la mitad o hasta las tres cuartas partes? Lo he notado en mis vuelos. Siempre he querido que el vaso esté lleno pero no lo pueden llenar hasta el tope porque se rebalsaría. Siempre digo en broma que las azafatas nos dan porciones miserables. DIOS NO ES ASÍ!!! Dios nunca es miserable con nosotros.

Dios no solo nos quiere dar hasta el tope. ¡¡Él quiere darnos lo máximo!! Medida buena y rebosante.

La promesa que Jesús nos dio aquí habla de la disposición de darnos de vuelta, basado en nuestra generosidad. ¿Sabías que Dios mismo mide nuestro dar? Él sabe que hemos dado y que no hemos dado. Dios es aquel que mide nuestro dar y mide el retorno basado en nuestra generosidad.

Como un comerciante generoso que entrega grandes medidas de grano, Dios quiere darnos más en retorno. Mientras damos, el retorno más grande usualmente no es material. A veces es el gozo de participar del ministerio de Cristo y de ver los resultados. Estas recompensas son dones de Dios, son el fruto de nuestro compromiso con Dios. No tenemos razón ni derecho a demandar bendiciones materiales, pero sí es interesante ver cómo Dios cuida de nosotros cuando damos.

Pregunta de Discusión Familiar: ¿Vivimos para tener…o vivimos para dar?

viernes, 14 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 40

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Malaquías 3:10


Dios dice, “probadme ahora!”
La Biblia no intenta “probar” la existencia de Dios. Simplemente empieza en Génesis 1:1 con el hecho que Dios existe y que Él es el creador. Sin embargo, en el penúltimo capítulo del Antiguo Testamento puedes encontrar un lugar en particular donde tú y yo podemos “probar” a Dios. Es en el área de nuestro dar y sus bendiciones.
Mientras traemos el diezmo a Dios a su alfolí, la iglesia local, Dios nos promete abrir sus recursos para nosotros. La palabra “traer” es un imperativo que debemos obedecer. Las bendiciones de Dios son dadas por gracia pero son disfrutadas por la obediencia.
El “diezmo” aquí se constituye en el diez por ciento de nuestros ingresos. El diezmo le pertenece a Dios. No podemos guardarnos nada que le pertenezca a Él.
Para mí, es natural temer la pérdida del dinero, especialmente dinero por el cual he trabajado duro. Pero dar el diezmo no es pérdida de dinero. Cuando empiezo a pensar en esto, realmente juzgo de manera errónea el amor de Dios y su generosidad.
¿Por qué diezmar? No sólo porque Dios lo ordena sino también por otras razones importantes. Porque demuestra nuestro amor por Dios. Desata las promesas de Dios para mí. Al diezmar, reconozco la soberanía de Dios sobre todas las cosas.
En este versículo Dios nos reta para que probemos su fidelidad a su promesa. Cuán grande desafío y promesa la que Dios nos ha dado. Yo puedo probar la fidelidad de Dios en mi vida al dar. ¿Cuándo fue la última vez que “probaste” a Dios en su fidelidad?
Ora así: Padre, quiero experimentar el reto que tú nos has dado. Tú dijiste, “probadme en esto”. Señor, pruébame tu promesa que dice que debemos darte lo que te pertenece. Gracias por guardar tu palabra.

jueves, 13 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 39

“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella”. Hebreos 11:4


Déjame contarte una breve historia. Dos muchachos vinieron a adorar. Uno tuvo en su corazón hacer lo máximo posible para Dios con su vida. El otro quiso hacer algo por Dios pero refunfuñó, “Existen límites!”
El primer hombre cantó con gozo y con acción de gracias en su corazón. No era el mejor cantante pero cantaba con ahínco. El otro hombre no cantaba porque de alguna manera estuvo distraído con la temperatura del recinto y el volumen de la música.
Cuando se predicó el sermón, el primer hombre se preguntó a sí mismo, “¿Cómo puedo aplicar lo que la Palabra de Dios está hablando a mi vida?” El otro hombre se preguntaba si aquellos que le rodeaban estaban recibiendo el mensaje que obviamente estaba siendo predicado para ellos.
La canasta de la ofrenda fue pasada y el primer hombre dio generosamente, confiando en que Dios supliría sus necesidades. El otro hombre no quiso dar mucho pero finalmente dio una moneda y se fue a su casa. Uno demostró amor y confianza (fe) mientras que el otro estuvo en la alabanza sin un corazón lleno para el Señor. ¿Cuál de estos dos hombres refleja tu vida?
Esta es una parábola moderna de los dos primeros hermanos de la Biblia. Abel quiso demostrarle su amor y devoción a Dios (a través de la adoración y la fe) así que dio una gran ofrenda de sacrificio. Caín aparentemente no adoró ni exhibió fe con el mismo corazón.
Por la fidelidad de Abel, su vida agradó al Señor. La adoración y el sacrificio de Abel perduran como aroma fragante aun después de su muerte como remembranza de una persona devota que vivió por fe. Adora con todo tu corazón, confía en Dios completamente mientras le des a Él y vivas una vida de influencia continua.
Ejercicio Familiar: Mientras ores en esta semana por la ofrenda, pídele a Dios que te capacite para esta sea una experiencia real de confianza en Él: que te de su dirección y luego te de la fe para decidirte a seguirle.

miércoles, 12 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 38


“Sean vuestras costumbres sin avaricia; contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo, No te desampararé ni te dejaré”. Hebreos 13:5 (RV)



Alguien en una ocasión le preguntó a John D. Rockefeller, cuando él era el hombre más rico del mundo, ¿cuánto dinero se requería para lograr que alguien fuera feliz? Su respuesta fue clásica. “Sólo un poquito más!” La realidad sobria detrás del comentario de Rockefeller es que nadie nunca tendrá la suficiente cantidad de dinero para ser feliz.

Una compañía de mercadeo de redes fundó un estudio encuestando familias que ganaban menos de 20.000 dólares al año y familias que ganaban más de 100.000 dólares al año preguntándoles cuánto dinero extra requerían para ayudarles financieramente cada mes. Nadie dijo, “estoy contento con lo que gano”. En cada categoría, la respuesta fue la misma, “Mil dólares más al mes nos ayudaría bastante”. Ves, no importa si ganamos mucho o poquito, el contentamiento no se descubrirá en la acumulación de dinero. Cuando se trata de dinero, la mayoría de las personas creen que necesitan “sólo un poquito más!”.

El escritor de Hebreos coloca paralelamente dos ideas opuestas: el amor al dinero versus el contentamiento. Es como si dijera; “Estos dos no pueden existir en la misma persona”. ¿Cómo sabes si este es un problema que se aplica a ti? Aquí hay una prueba: si puedes compartir tu dinero entonces no te está controlando!

Por favor nota que el tener dinero no está siendo criticado. Es el amor al dinero; necesitándolo como un bebé necesita su cobija para su seguridad, dependiendo de ella para su confianza y protección. ¿Por qué es un problema? Porque todo tipo de personas testifica que lo suficiente nunca es suficiente cuando colocamos nuestra mirada en el dinero para obtener seguridad.

Por eso es que el autor de Hebreos enfatiza tanto tu Padre Celestial; omnipresente y que nunca falla. Aquí está tu fuente de seguridad y contentamiento. Aunque el dinero escasee, Dios nunca lo hará... y esa es una PROMESA!

martes, 11 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 37

“Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
Lucas 12:34 (RV)


¿Alguna vez has explorado el vínculo que hay entre lo que dices que amas y la inversión que haces para probarlo? Cuando fui padre, un hombre de Dios mayor que yo me recordó la manera en que los niños deletrean el amor: T...I...E..M...P...O. “En la mente de un niño”, me dijo, “existe una conexión entre alguien que dice que los ama y alguien invirtiendo en ellos”.

Jesús enseñó lo mismo. Hay un vínculo entre lo que invertimos y lo que realmente amamos.

Déjame hacerte una pregunta, alguna vez has dicho, “amo la natación” o “amo la equitación” o “amo viajar”? Aun así, al chequear tu calendario y tu chequera no has invertido en esas áreas por años. Obviamente, no amamos algo profundamente a no ser que haya una inversión correspondiente. ¿Por qué? Porque tu corazón (tu vida y amor) y tu tesoro (inversiones) estarán unidos entre sí.

Cuando Kim y yo salíamos en la escuela secundaria, mis finanzas eran muy limitadas, pero yo amaba a Kim. ¿Qué crees? Reunía todo el dinero que podía para invitarla a salir o para comprarle algo bonito; para demostrarle que la amaba. ¿Por qué? Porque el corazón (la vida y el amor) y el tesoro (inversiones) siempre van a estar muy cerca el uno del otro.
Aquí hay un punto para considerar: ¿Podría alguien evaluar las inversiones de tu tiempo, tu dinero y habilidades y concluir que el Señor y su causa están cerca de tu corazón? Si invertimos en el reino, nuestro corazón se acercará más al Señor. ¿Por qué? Porque tu corazón (tu vida y amor) y tu tesoro (inversiones) siempre van a estar muy cerca el uno del otro.

lunes, 10 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 36

“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo los suficiente, abundéis para toda buena obra”. 2 Corintios 7-8


Dad alegremente!

Aquí vemos dos enemigos de la alegría. Uno es dar con queja. Das porque “debes hacerlo”, y no porque quieres. El dar se convierte en una tarea, una regla para seguir. El segundo enemigo es dar compulsivamente. Das porque “toca hacerlo” y no porque quieres. Esta presión puede venir desde adentro (¿qué pensarán de mí si no doy?) o desde afuera, (tienes que dar, o sino...). De cualquier manera, esto le roba el gozo al dar.

La invitación de Dios al dar es, “Da lo que has decidido en tu corazón para dar”. Tú decides! En tu corazón”. He allí el centro del gozo al dar. Cuando tú pides dirección a Dios para dar y luego decides hacerlo – esto es dar por fe.

Y mira cuál es el resultado! El impacto de dar con gozo es maravilloso y duradero.

· Alabas a Dios.
Muchos alabarán a Dios por tu obediencia y por tu generosidad al compartir.

Suples las necesidades del pueblo de Dios.
· Construyes relaciones significativas.
Preguntas de discusión familiar: ¿Puedes recordar un momento cuando diste algo y esto te trajo un sentimiento de gozo en el corazón?

domingo, 9 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 35

“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia prueba, y la prueba, esperanza”. Romanos 5:3-4

Al observar los pasados Juegos Olímpicos de Sydney, Australia, mi amigo Jim vino a mi mente. Él fue un decatleta en los Olímpicos del 88, desempeñándose bien pero sin ganar una medalla. En una ocasión le pregunté a Jim cómo había entrenado para los Olímpicos y estuve muy sorprendido por su respuesta. Me describió unos entrenamientos bien rigurosos temprano en la mañana que lo dejaban tan físicamente exhausto que apenas podía moverse. Habló acerca de entrenamientos casi eternos en la sala de pesas. Me contó cómo castigaba su cuerpo una y otra vez mientras continuamente usaba su resistencia, fortaleza y vigor personal. Sacudí mi cabeza, “suena como brutal ese entrenamiento”, le comenté. Me respondió con una sonrisa, “sin dolor no hay ganancia”.
Y lo mismo sucede con los cristianos mientras busquemos forjar el carácter de Cristo. El vivir una vida sin desafíos, llena de placeres y fácil no nos va a permitir desarrollar los músculos espirituales y morales. Con frecuencia, son las contrariedades y tribulaciones de la vida lo que causará que desarrollemos la perseverancia que últimamente nos guiará al carácter divino. Esquilo escribió, “Día tras día, hora tras hora/ el dolor gotea sobre el corazón /contra nuestra voluntad y a pesar de nosotros mismos /viene la sabiduría de la maravillosa gracia de Dios.
Cuánto más los cristianos deberían entender esta verdad en lo que respecta el crecimiento espiritual, “sin dolor no hay ganancia”. Jesús lo supo. Hebreos 5:8 dice, “aunque hijo, aprendió la obediencia por lo que sufrió...” y si esto se aplicó al Hijo de Dios, no debería entonces aplicarse a nosotros también?
Aquí hay una sugerencia para este día: identifica las luchas por las que estás pasando. Luego considera qué características del carácter podrían desarrollarse mientras superas estas dificultades con la ayuda de Dios. Luego, agrádesele a Dios por cuidarte tanto que permite que las circunstancias moldeen tu carácter para que seas más como Jesús. Recuerda: “Sin dolor no hay ganancia”.

sábado, 8 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 34

“Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros mas no desesperados; perseguidos mas no desamparados; derribados pero no destruidos”. 2 Corintios 4:8-9


Escuché recientemente que el actor Silvestre Stallone estaba pensando en producir una nueva secuencia de “Rocky”. Espero que sea verdad! Hay algo inspirador acerca de las historias de Rocky Balboa.

En el clímax inevitable de las películas, Rocky pelearía con un adversario aparentemente más poderoso que él en el cuadrilátero. Él sería golpeado y herido, sus ojos casi se cerrarían por la hinchazón, quedaría magullado y completamente exhausto – pero victorioso! La gente gritaría cuando al final levante su mano al aire declarando su victoria.
Esta no es una mala analogía de la vida cristiana. A veces nos sentimos golpeados y atacados por Satanás. Nos sentimos aplastados por la oposición del mundo. Nos sentimos perseguidos por aquellos que menosprecian nuestra fe. Como Rocky, a veces caemos de rodillas.
Nada de esto nos debería sorprender. Después de todo, Jesús nos dijo que esperáramos la tribulación en esta vida. “En este mundo tendréis aflicción”, le dijo a sus discípulos en Juan 16:33. “Pero confiad en mi, yo he vencido al mundo”.
Evitamos la aflicción porque sabemos que Jesús mismo – aquel que ha obtenido la victoria sobre la muerte – no nos ha abandonado. En efecto, Dios nos permite adelantar la película de nuestra vida para que podamos tener un vistazo del clímax: nuestra propia victoria sobre la muerte. Al final, nosotros ganamos! Y esto es lo que nos da la fortaleza diaria para soportar los golpes del mundo sin tirar la toalla.
Podemos tener coraje sobre las dificultades de la vida cuando mantenemos nuestra fe en Dios quien sufrió los golpes y las heridas, quien fue azotado y burlado, quien fue torturado y eventualmente asesinado – pero que al final, venció y no fue destruido. Como Él, nosotros también podemos vencer al mundo.
Mientras enfrentas hoy la batalla cuesta arriba, medita en estas verdades. Mentalmente adelanta tu vida a esa escena de clímax cuando venzas la tumba y entres al cielo. Que esto te anime para continuar la batalla!

viernes, 7 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 33



“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
Filipenses 1:6

Hemos estado hablando acerca de la necesidad de persistir en nuestra fe, pero este versículo toma un giro inusual y confortante a la vez: Dios es persistente con nosotros!

Piensa en ello de esta manera: hubo alguna vez una época en tu vida donde no te estabas comportando bien y luego se acercó el día de tu cumpleaños? Abriste una tarjeta de tus abuelos, que te aman mucho y de allí cayó un cheque – un gran cheque de acuerdo a tu perspectiva. Sabías que el dinero era tuyo aun cuando no hiciste nada para merecerlo. Lo endosaste y lo consignaste en el banco, confiando que tuviera fondos y estuviera seguro. Pero la transacción no se completaría hasta el día en que tuvieras el placer de gastarlo en el deseo de tu corazón – esa nueva bicicleta o guante de béisbol.
Bueno, así mismo sucede cuando recibes el don de la gracia de Dios. No hicimos nada para merecer su perdón pero Él nos lo ofreció de su sobreabundante amor. Y el momento en que lo recibimos por fe, supimos que era nuestro por siempre. De allí en adelante fuimos completamente salvos.
Y aun así la transacción no fue completa. Eso sucederá en “el día de Jesucristo” – cuando nos paremos delante de Él. No debes sentir temor de ese día porque lo que Jesús inició cuando nos salvó, prometió completarlo en el maravilloso día cuando abrirá las puertas del cielo y nos invitará a una eternidad con gozo, aventura y asombro en su perfecta presencia. Podemos tener confianza que aunque resbalemos y tropecemos y cometamos errores al caminar la vida cristiana, Dios es persistente. Él promete que un día completará lo que ha iniciado desde el día en que le abriste tu corazón por primera vez.
Así que, hoy piensa acerca del “día de Jesucristo”. Imagínate ser abrazado por Jesús y recibido en el cielo. Piensa en tres palabras que describirían cómo te sentirías en ese día. Y luego agrádesele a Dios por esta promesa tan increíble y consoladora!

jueves, 6 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 32

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.
Salmo 23:4 (RV)


Es sorprendente pensar acerca del poder que el temor puede tener en la vida de una persona. Una de las cosas que más detesto en el mundo son....me cuesta decirlo...las cucarachas. No sé qué es lo que pasa con ellas o qué pasó en mi niñez, pero cuando veo una, me asustó muchísimo: casi enloquezco y pierdo el control. He amenazado con cortar una de mis amistades más cercanas porque le gustaba tirarme cucarachas. Ni siquiera me gustan las aceitunas porque la parte oscura externa me trae a la memoria las cucarachas. Me estremezco de solo escribir acerca de ellas.
Muchas cosas diferentes en la vida nos llevan a responder con temor, pero hay tres razones por las que sentimos temor de algo:
Cuando algo no es seguro (“¿Qué puede pasar si me lastima?”)
Cuando algo es desconocido (“¿Qué piensan otros acerca de mí?”)
Cuando algo no se puede controlar (“Mis manos están atadas!”)
Algunos temores son legítimos (como el temor a las cucarachas!) y otros son irracionales.
Mientras que los temores legítimos nos protegen, los temores ilegítimos debilitan nuestra vida. Tenemos una palabra para los temores irracionales; los denominamos fobias. Algunas personas sienten temor de las palabras largas, y esto se denomina “sesquipedalofobia”, lo cual es irónico.
El temor más grande de todos es el temor a la muerte, porque guarda relación con las tres cosas que mencioné anteriormente. Para el creyente, el temor a la muerte – temor a cualquier cosa – es un temor “irracional” y limita nuestra vida. La Biblia lo hace muy claro: no tenemos que sentir temor de lo peor que el mundo nos pueda ofrecer. ¿Por qué? Porque DIOS ESTÁ CON NOSOTROS Y SU CONSUELO ESTÁ DISPONIBLE PARA NOSOTROS.
Él es nuestro protector contra lo inseguro. Él sabe lo que es incierto para nosotros. Él controla todas las cosas más allá de nuestro control.

Preguntas de Discusión Familiar: ¿Qué es lo que más te atemoriza en tu vida? ¿Cómo están logrando un impacto?

miércoles, 5 de agosto de 2009

Video Plan de Paz - Misiones 2006

DEVOCIONAL Dia 31

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”. Efesios 6:11 (RV)

Si tengo a Dios en mi vida, ¿por qué necesito protección?
Una de las realidad infortunadas acerca de ser cristiano es que vivimos en territorio enemigo. Vivimos en un mundo saturado por la influencia de un ser malvado, el diablo. Él no descansa de sus ataques. El conoce las debilidades del pueblo de Dios que vive en su reino. El diablo sabe que somos una amenaza, así que sin descanso tratará de neutralizarnos.
El diablo no es como nos lo muestran las caricaturas, estoy seguro que ni siquiera tiene cola ni tenedor! La Biblia es muy clara cuando nos habla de él: inteligente, poderoso y engañador. Su fuerza es mayor que la nuestra cuando nos encontramos sin protección. Sus planes son atractivos, seductores y astutos. El maestro de la manipulación, aun el creyente más maduro puede caer y resultar ineficaz bajo su ataque. Con frecuencia nos desviamos cuando nos convence que lo que hacemos son “maldades pequeñitas”. Decimos una mentirita blanca para salvarnos cuando él nos susurra al oído, “no tienes por qué soportar la vergüenza.” Caemos un poco en el egoísmo cuando nos dice, “Te lo mereces, te lo has ganado”. Navegamos en el Internet en lugares que no debemos cuando nos tienta diciendo, “nadie lo sabrá”. Dirás un chiste de mal gusto cuando te dice, “esto hará que la gente se divierta y tú les caerás bien”. El curso de una vida poderosa podrá interrumpirse sin un cambio drástico de dirección. Lo único que se requiere es un espacio pequeñito y nunca se llegará al destino planeado.
Aunque tú y yo estamos en territorio enemigo, no quiere decir que estamos en el equipo perdedor. Dios conoce al diablo y cómo opera. Dios nos ha equipado con la armadura necesaria para enfrentarnos fuertemente al enemigo. Una de las hermosas cualidades del amor de Dios es nuestro don que nos permite escoger nuestra forma de vida.
Por eso es que Pablo nos anima para vestirnos de toda la armadura. Él sabía que a veces el orgullo entra en el corazón del creyente – esto me ha sucedido, me avergüenza admitirlo – y corremos rápidamente a la batalla sin la protección necesaria. Cuando esto sucede, el desastre no es sola una posibilidad sino una certeza! Dios quiere que estés completamente protegido. Así que recuerda hoy, que:
· La verdad de Dios revela las mentiras del diablo.
· La justicia de Dios produce un gozo que la inmoralidad nunca podrá.
· Las buenas nuevas de Dios evitan que nos quedemos estancados.
· Nuestra fe nos protege de los ataques directos del diablo.
· La salvación de Dios hace que las promesas del diablo sean vacías y débiles.
· Nuestra oración nos mantiene conectados con Dios para dirección y fortaleza.

martes, 4 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 30

“Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre”.
Salmo 73:26 (RV)





Alguien que haya sido cristiano por más de una semana sabe que Dios nunca promete una vida libre de problemas. A veces “ser bueno” y hacer “lo correcto” parece no dar su buena paga. A pesar de lo que hagamos, los problemas y fracasos continúan viniendo.
Cuando los problemas se levantan en nuestras vidas, crean dudas e interrogantes. No estoy hablando acerca de un juego de preguntas y respuestas sino que de esta maraña de problemas, surgen pensamientos de confusión y disturbio que se asientan profundamente en nuestra alma. Sacuden los fundamentos de nuestra vida. Es en los momentos de crisis donde nuestras creencias internas son desafiadas y nos forzamos a buscar la fortaleza en algún lugar.
Ahora mismo puedes estar enfrentando un evento devastador como la pérdida de tu trabajo, una gran pelea con tu esposa o saber que tu hijo consume drogas. Estos problemas rápidamente corroen nuestra confianza porque hemos trabajado tan duro para hacer lo correcto. Se cumplen nuestros más grande temores porque nos sentimos fracasados. Como un dolor de muelas, la duda se convierte en nuestra compañera constante de dolor. Al mirar hacia dentro, empezamos a buscar a otros y nuestra frustración se multiplica: vemos personas que no se interesan por Dios, viven su vida sin mayores problemas. No es sorprendente ver que al comienzo de este salmo el salmista clama: “verdaderamente en vano he limpiado mi corazón”. (versículo 13).
En medio del dolor, mi versión dice así;¿ “Por qué estoy tratando tan duro de hacer lo correcto cuando en realidad no importa?” La duda no es el peor lugar para ir de visita, y es mucho mejor que lo opuesto (auto-confianza). En medio de la duda, la confusión se asienta y es aquí donde nos abrimos para aprender. Esto es algo que se ha perdido desde la niñez. Si te encuentras en duda, quiero animarte para que le preguntes a Dios qué es lo que está tratando de enseñarte.
El otro día me fui a acostar sintiendo que toda área de mi vida era un fracaso. No me sentí ser un buen pastor, ni un buen amigo y ni siquiera un buen esposo. Mientras me quedé allí contemplando la calidad de mi vida, me reí por un momento y luego lágrimas empezaron a formarse en mis ojos mientras pensaba, “Es bueno saber que Dios no me ama por las cosas que hago.” Luego oré, “No quiero depender de mi propia fuerza, pero ayúdame a vivir con la tuya”.

Preguntas de Discusión Familiar: ¿Describe este versículo a alguien ahora mismo...alguien se siente como un fracaso en la vida? ¿Qué podemos hacer como familia para apoyarte? ¿Cuáles son algunas de las formas prácticas para empezar a depender más de la fortaleza de Dios?

lunes, 3 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 29


“No nos cansemos , pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.
Gálatas 6:9 (RV)


Hay recompensas en la persistencia y en la perseverancia. Como el muchacho que trataba de persuadir a su novia para que se casaran. Durante 47 días seguidos le envió rosas a su casa. Eso es persistencia y funcionó! En el día nº 48 ella aceptó la propuesta de matrimonio...pero del empleado de la florería!

La mayoría de nosotros a veces tenemos que batallar contra los deseos de rendirnos, aun cuando lo que estuviéramos haciendo estuviere “bien”. Porque que esté bien no quiere decir que sea fácil. Porque el que esté bien no quiere decir que no nos cansaremos. Pero es lo correcto y por eso es que lo hacemos.

Aun así nos desanimamos en el camino. El desánimo es un enemigo mortal. Cuando te desanimas te vuelves ineficiente. Si echas a un lado el desánimo y continúas haciendo el bien, lo lograrás. Nada que valga la pena se logra sin esfuerzo y duración. El secreto del éxito es simplemente persistir, perseverar.

Eso es lo que Pablo le decía a los Gálatas. Él no iba a detenerse ni rendirse. ¿Por qué? Porque sabía que si perduraba lo suficiente y mantenía haciendo lo correcto, eventualmente segaría una cosecha de bendición.

Cuando los resultados no son tan rápidos como desearías que fueran, cuando estás frustrado por la lucha y cuando estés tentado a desistir, tengo una palabra para ti: NO LO HAGAS!!! Muchas personas se pierden de lo mejor de Dios porque desisten demasiado rápido. Tu bendición puede encontrarse justo a la vuelta de la esquina. Mantente haciendo lo correcto. Dios promete que hay recompensas para aquellos que persisten.

Ejercicio: Dile a un amigo dónde necesitas ánimo para continuar haciendo lo correcto. Tu amistad se profundizará y te ayudará a continuar el camino.

domingo, 2 de agosto de 2009

DEVOCIONAL Dia 28

“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti”.
Isaías 43:2-3 (RV)


A veces la vida parece abrumadora, cierto? Tu profesión no se dirige hacia donde tú pensabas. Tus hijos van en direcciones que quebrantan tu corazón. Tu doctor te da un mal diagnóstico. Tu matrimonio va hacia abajo rápidamente como un espiral. Tus finanzas escasean semana tras semana y algunas semanas se tornan demasiado largas. Días dificultosos se convierten en semanas. Las semanas se extienden en meses. Y ocasionalmente los meses continúan por años. Esos son los tiempos donde crees que no te lograrás superar.

Seamos honestos. A veces la vida huele mal. Cuando la vida nos hace daño y el gozo se aleja y sientes como que todo lo demás está encima de ti, sobre todo, debes saber que no estás solo.

¿Dónde está Dios cuando la vida se torna tremendamente difícil? Esa es la mejor parte de esta promesa de Dios. Cuando nos encontramos en estos tiempos duros, Dios está allí en medio nuestro. No sólo está con nosotros sino que nos asegura que venceremos. El versículo no dice, “Cuando estés dentro de aguas profundas y gran tribulación...” Dice, “Cuando pases...” No sólo está Dios contigo cuando el agua esté profunda y la llama caliente sino que Él conoce el final también. Él está contigo si tú dependes de Él. Su presencia y poder te llevarán hacia delante. Él promete que no te “anegarán” y no te “quemarán”.

¿Qué es lo más difícil que estás enfrentando ahora? Aquella cosa que arreglaría tu vida si fuese removida, ¿qué es?

Escríbela en este espacio:

Ahora, descansa en la promesa de Dios – Él está contigo y te llevará adelante!

sábado, 1 de agosto de 2009

Plan de Paz - Misiones 2008

DEVOCIONAL Dia 27


“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”.
1 Juan 1:9 (RV)



¿Alguna vez te has bañado y notado que te ha quedado algo de suciedad en el brazo mientras te vestías? ¿Cuál fue tu primer pensamiento? ¿Piensas que el resto de tu cuerpo está limpio o piensas en esa parte que te quedó sucia? En la parte sucia, cierto? ¿Por qué? ¿Por qué tendemos a pensar acerca de la parte que quedó sucia en lugar de pensar que el resto está limpio? Es porque caemos en cuenta que nada puede estar “parcialmente” limpio. Si algo está limpio, excepto por una pequeña mugre, entonces no está del todo limpio y sigue estando sucio. Si sacas un plato del lavaplatos y continua con residuos de comida, lo volverás a lavar porque continua sucio. Si llevas tu auto a que lo laven y cuando lo retiras las llantas están sucias, querrás que lo vuelvan a lavar. ¿Por qué? Porque lo limpio debe estar todo limpio.

Cuando la Biblia dice que Dios nos “purificará”, eso significa que nos limpiará; completamente sin dejar nada sucio en nuestras almas. No puedo pensar en algo de este mundo que sea más valioso para mí que ser perdonado de todos mis pecados y purificado de todo lo malo que he hecho en la vida. Eso es ser capaz de vivir con una conciencia limpia.

Y este es el verdadero trato. Tú y yo podemos tener el perdón y la limpieza simplemente confesando nuestros pecados a Dios. Cuando “nos hacemos dueños” de lo malo que hemos hecho y se los admitimos a Dios, Él nos promete limpiar todo para que quede limpio. No casi limpio, ni medio limpio sino limpio. Él nos da un nuevo inicio.

En este momento, ¿que área de tu vida quisieras que fuera limpiada?

La puedes tener! Ahora mismo puedes ser completamente perdonado.

Aquí hay una oración que quisieras hacer: Padre, te doy gracias por ser un Dios en el cual puedo confiar. Quiero ser perdonado y purificado. Basada en tu promesa, ahora mismo te confieso que .........Porque tú dices que soy limpio, lo acepto y vivo este día como un nuevo comienzo.

#GqsE

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