Cada lunes y martes, cuando las risas de los niños del Arca de Noe ya no se escuchan y se pone el solcito del mediodía, un grupo de mujeres ponen manos a la obra, un grupo de “Abuelas en Acción” tal como se hicieron llamar.
Herederas de la tarea de Sera y Gladis, Leonor, Mirta, Mercedes, Carmen, Aidé, Marta y la necesaria animadora y cebadora de mate Lidia llevan adelante “El Ropero” del Centro Familiar, un ministerio que año a año colabora con el amoblamiento de nuestras escuelas y cuanto evento se presente.En un principio el ministerio , iniciado por Marta Koch, se dedicaba únicamente a reparar toda la ropa que era donada a la iglesia para luego ser entregada según las diferentes necesidades, en aquel momento funcionaban bajo el nombre de “Acción Comunitaria”.
Actualmente, y desde hace no más de diez años se dedican a la confección, “somos modistas de Alta Costura” bromeaba Mirta Taborda mientras remataba a mano cuidadosamente todos los elásticos de los shorts recién confeccionados. Las hijas de Olga David dueñas de los talleres de reconocidas marcas como Winkel y Carucha , les proveen de las telas para trabajar, con ellas fabrican remeras, pantalones, calzas, vestiditos de nenas, fundas para almohadones, cortinas, entre otras prendas, que luego son vendidas a precios bajísimos.
El ministerio también realiza mantitas y ajuares para bebé que son donados al Hospital de Niños de nuestra ciudad y periódicamente el Hospital Geriátrico Pascual Palma, donde unas hermanas servían como voluntarias, les trae telas para que ellas les confeccionen sábanas y fundas para almohadas.
Pasadas las horas llega una clienta y amiga, Gladis Grecca, “siempre vengo a buscar ropita para mis nietos, son cinco, y la ropa acá es de buena calidad y muy barata” nos dice mientras revuelve las parvas de ropa diligentemente ordenada.
La ropa donada a la iglesia es reparada y enviada a Las Piedras.
Mercedes prepara unos mates dulces y sirve unas galletitas, “Somos un grupo unido, oramos cada día antes de empezar a trabajar, nos juntamos a festejar los cumpleaños y hacemos una reunión de despedida de fin de año, siempre nos hacemos regalitos, a veces nos juntamos entre dos o tres cuando no podemos, pero siempre nos hacemos un presente”
El Ropero, además de juntar fondos pro-escuelas, colabora en las actividades de la iglesia, una de sus últimas participaciones importantes fue en la campaña “Once por Todos 2011” donde colaboraron clasificando las prendas recibidas, y ya se están preparando para la edición 2012.