21 Días de Ayuno y Oración - Día 11

Soy transformado para dar fruto.

“Ustedes no me escogieron a Mí, sino que Yo los escogí a ustedes, y los designé para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en Mi nombre se lo conceda. Juan 15:16

Hoy en día podemos disfrutar del fruto de muchos árboles  sin pensar en el  proceso que tuvieron que pasar para que pudiéramos tenerlos en nuestras manos y disfrutar de ellos. Hubo una semilla que tuvo que vivir una transformación, no se resistió, fue enterrada, y día a día comenzó a cambiar, nadie la veía pero comenzó una transformación para un futuro bueno y grande. Esta pequeña semilla se convertiría un día en un árbol que llevaría mucho fruto y sería de bendición para muchos.
Nuestra vida es una semilla, que va pasando un proceso que es oculto al ojo de otro ser humano,  que es interno, que afecta nuestra vida espiritual y va permitiendo que maduremos de tal manera que podamos dar el fruto que se espera de nosotros. Fruto que afectará a otras vidas.
Por eso debemos estar atentos para dejar a nuestro Dios que pode las áreas que no llevan fruto, en nuestra vida.

REFLEXION DEL DÍA

• Lee Juan 15 ¿Qué frutos quieres traer en tu vida? ¿Qué decisiones vas a tomar hoy para que esos frutos comiencen? ¿Qué frutos buenos has dado a tu casa? ¿Qué fruto has traído a tu iglesia? ¿Que frutos más te gustaría dar para bendecir a otros?

Todo comienza contigo, tu puedes hacerlo, da el paso, ¡toma la decisión y vive determinado a dar fruto muchas veces en tu vida!