sábado, 9 de febrero de 2013

21 Días de Ayuno y Oración - Día 6


Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
(SAN MATEO 27:45, 46 RVR60)

En el momento de la crucifixión de Jesús se estaba librando una batalla espiritual sin precedentes. Ahí estaba el Hijo de Dios entregando su vida en sacrificio y cambiando para siempre la historia de la humanidad toda. Al mismo tiempo era un momento de gran sufrimiento y tribulación para Jesucristo como hombre, en la antesala de lo que serían su muerte y posterior resurrección.
Como a la hora sexta (el mediodía) la tierra se llenó de tinieblas. Algunos teólogos especulan con que fue por la gran carga de pecado y enfermedad que estaba llevando Jesús sobre sí, otros hablan de la gran suma de demonios alrededor de la cruz mirando la escena. De cualquier manera, lo cierto es que sabemos que en medio de su gran angustia también el cielo se cerró en oscuridad.
Muchas veces nosotros sentimos lo mismo o vivimos la misma sensación en medio de nuestros momentos difíciles: pareciera que estamos solos y que el cielo se ha cerrado sobre nosotros. Una vez más es Jesús quien nos muestra como salir adelante en victoria.
Su clamor al Padre en ese momento nos enseña que lo que nos sostiene es nuestra relación de intimidad con Dios. Es esa relación la que hace la diferencia en momentos de angustia: “Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.” (SALMOS 18:28). ¡Nunca descuides tu relación personal con Dios! El no necesita que te muestres fuerte, debemos ser como niños ante nuestro Padre que nos ama (el clamor de Jesús fue en idioma arameo, seguramente el lenguaje que aprendió en su niñez). Desarrollemos una relación fuerte con Él y tendremos victoria en cualquier batalla.
Tenemos promesas de victoria en medio de la oscuridad y nunca debemos resignarnos. Somos la luz del mundo y la luz prevalece sobre las tinieblas. En Isaías 60 dice “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.” ¡Tómalo para tu vida!
Aún en los peores momentos, podemos tener una revelación de la victoria de Jesucristo sobre cualquier circunstancia. Él ya no está en la cruz: ha resucitado en gloria venciendo al pecado, a la muerte, a Satanás y a todos sus demonios. Esto es lo que se nos cuenta en Hechos 7 que vio Esteban en visión en un momento de gran angustia: “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.”. Él ha vencido en la cruz y nos ha dado su victoria para que la disfrutemos cada uno de nosotros.

Aplicación Práctica


  1. Dedica un tiempo para estar en intimidad con Dios: de rodillas exprésale lo que está en tu corazón.
  2. Proclama la victoria de Cristo en la cruz y hace retroceder toda obra de las tinieblas que quiera venir en tu contra.
  3. Alumbra con la luz de Cristo en este día a todos los que te rodean. La luz prevalece sobre las tinieblas.
  4. ¡Levántate, resplandece en este día para Su gloria!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Este espacio fue creado para servir, y todos somos bendecidos con los aportes que ustedes hacen. Gracias por dejarnos tu mensaje! Dios te bendice.

#GqsE

CFC en Twitter