Romanos 8:32 (RV)
Es increíble pensar que Dios no retuvo a su Hijo, sino que lo entregó por nosotros. Yo no podría imaginarme dar mi propio hijo – ni aun por los pecados de este mundo. Sin embargo Dios entregó lo más precioso para Él, a cambio de nosotros. Él considera que nosotros valemos el precio.
Nunca lo pensé de esa manera. ¿Dios considera que yo valgo el precio? ¡Y pensar que si Él nos dio lo más precioso, ciertamente nos dará todas las cosas! No sólo nos ha dado lo más caro y costoso de la tienda sino todo lo que hay en ella también.
Hace muchos años mi esposa y yo viajamos a Praga, Checoslovaquia. Escuchamos acerca de las famosas fábricas de cristal y fuimos a conocerlas personalmente. Nunca habíamos visto tales piezas. Los precios eran más altos de lo que podíamos pagar. Terminamos comprando un jarrón pequeño y coloreado como recordatorio de nuestra experiencia. Era lo único que podíamos comprar. ¡Imagínate al dueño acercarse a nosotros y ofrecernos su posesión más preciada, la pieza de cristal más costosa de la tienda y luego indicarnos que el resto nos pertenecía también! Primero que todo, no cabría en nuestras maletas. Pero, ¿te lo podrías imaginar?
¡Eso es lo que Dios ha hecho por nosotros! Las palabras “dar gratuitamente”, literalmente significan “dar de gracia”. No merecemos lo que Dios nos ha dado. No trabajamos por ello pero Dios nos da dones y bendiciones más allá de nuestra imaginación. ¿Qué son estos dones y bendiciones? Simplemente se refieren a lo que se requiere para que Dios cumpla sus propósitos en nuestras vidas.
Nunca lo pensé de esa manera. ¿Dios considera que yo valgo el precio? ¡Y pensar que si Él nos dio lo más precioso, ciertamente nos dará todas las cosas! No sólo nos ha dado lo más caro y costoso de la tienda sino todo lo que hay en ella también.
Hace muchos años mi esposa y yo viajamos a Praga, Checoslovaquia. Escuchamos acerca de las famosas fábricas de cristal y fuimos a conocerlas personalmente. Nunca habíamos visto tales piezas. Los precios eran más altos de lo que podíamos pagar. Terminamos comprando un jarrón pequeño y coloreado como recordatorio de nuestra experiencia. Era lo único que podíamos comprar. ¡Imagínate al dueño acercarse a nosotros y ofrecernos su posesión más preciada, la pieza de cristal más costosa de la tienda y luego indicarnos que el resto nos pertenecía también! Primero que todo, no cabría en nuestras maletas. Pero, ¿te lo podrías imaginar?
¡Eso es lo que Dios ha hecho por nosotros! Las palabras “dar gratuitamente”, literalmente significan “dar de gracia”. No merecemos lo que Dios nos ha dado. No trabajamos por ello pero Dios nos da dones y bendiciones más allá de nuestra imaginación. ¿Qué son estos dones y bendiciones? Simplemente se refieren a lo que se requiere para que Dios cumpla sus propósitos en nuestras vidas.
Hoy, reflexiona en todo lo que Dios te ha dado: toda la fortaleza, el poder, el ánimo, las amistades y la confianza que se requiere para que Él complete sus propósitos en tu vida. Dale gracias por lo que Él te ha dado por su gracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este espacio fue creado para servir, y todos somos bendecidos con los aportes que ustedes hacen. Gracias por dejarnos tu mensaje! Dios te bendice.