
“No nos cansemos , pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.
Gálatas 6:9 (RV)
Gálatas 6:9 (RV)
Hay recompensas en la persistencia y en la perseverancia. Como el muchacho que trataba de persuadir a su novia para que se casaran. Durante 47 días seguidos le envió rosas a su casa. Eso es persistencia y funcionó! En el día nº 48 ella aceptó la propuesta de matrimonio...pero del empleado de la florería!
La mayoría de nosotros a veces tenemos que batallar contra los deseos de rendirnos, aun cuando lo que estuviéramos haciendo estuviere “bien”. Porque que esté bien no quiere decir que sea fácil. Porque el que esté bien no quiere decir que no nos cansaremos. Pero es lo correcto y por eso es que lo hacemos.
Aun así nos desanimamos en el camino. El desánimo es un enemigo mortal. Cuando te desanimas te vuelves ineficiente. Si echas a un lado el desánimo y continúas haciendo el bien, lo lograrás. Nada que valga la pena se logra sin esfuerzo y duración. El secreto del éxito es simplemente persistir, perseverar.
Eso es lo que Pablo le decía a los Gálatas. Él no iba a detenerse ni rendirse. ¿Por qué? Porque sabía que si perduraba lo suficiente y mantenía haciendo lo correcto, eventualmente segaría una cosecha de bendición.
Cuando los resultados no son tan rápidos como desearías que fueran, cuando estás frustrado por la lucha y cuando estés tentado a desistir, tengo una palabra para ti: NO LO HAGAS!!! Muchas personas se pierden de lo mejor de Dios porque desisten demasiado rápido. Tu bendición puede encontrarse justo a la vuelta de la esquina. Mantente haciendo lo correcto. Dios promete que hay recompensas para aquellos que persisten.
Ejercicio: Dile a un amigo dónde necesitas ánimo para continuar haciendo lo correcto. Tu amistad se profundizará y te ayudará a continuar el camino.
La mayoría de nosotros a veces tenemos que batallar contra los deseos de rendirnos, aun cuando lo que estuviéramos haciendo estuviere “bien”. Porque que esté bien no quiere decir que sea fácil. Porque el que esté bien no quiere decir que no nos cansaremos. Pero es lo correcto y por eso es que lo hacemos.
Aun así nos desanimamos en el camino. El desánimo es un enemigo mortal. Cuando te desanimas te vuelves ineficiente. Si echas a un lado el desánimo y continúas haciendo el bien, lo lograrás. Nada que valga la pena se logra sin esfuerzo y duración. El secreto del éxito es simplemente persistir, perseverar.
Eso es lo que Pablo le decía a los Gálatas. Él no iba a detenerse ni rendirse. ¿Por qué? Porque sabía que si perduraba lo suficiente y mantenía haciendo lo correcto, eventualmente segaría una cosecha de bendición.
Cuando los resultados no son tan rápidos como desearías que fueran, cuando estás frustrado por la lucha y cuando estés tentado a desistir, tengo una palabra para ti: NO LO HAGAS!!! Muchas personas se pierden de lo mejor de Dios porque desisten demasiado rápido. Tu bendición puede encontrarse justo a la vuelta de la esquina. Mantente haciendo lo correcto. Dios promete que hay recompensas para aquellos que persisten.
Ejercicio: Dile a un amigo dónde necesitas ánimo para continuar haciendo lo correcto. Tu amistad se profundizará y te ayudará a continuar el camino.
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